La FiM Vila-seca cierra su edición de retorno después de tres jornadas de música ininterrumpida que han convertido la localidad en el epicentro de la música emergente y familiar de Cataluña.
La FiM Vila-seca ha vuelto reforzada después de 5 años para situarse en el polo de las propuestas musicales emergentes y familiares de Cataluña y los territorios de habla catalana, y así lo ha demostrado durante esta edición de retorno. Un total de 113 artistas han presentado 34 propuestas emergentes y familiares durante los tres días de programación, ante un público de más de 5000 personas que ha agotado casi todas las entradas de los espectáculos.
En palabras de Martí Marfà, director artístico de la FiM: Hemos construido y retomado la FiM en un momento complicado para el sector de la cultura en vivo. Pero esta circunstancia la ha hecho todavía más necesaria y bien recibida. Hemos sentido el apoyo de artistas, profesionales y público, que han participado con entusiasmo. Creo que el doble enfoque emergente y familiar se ha entendido bien y la orientación profesional ha atraído al sector. Vila-seca ha vuelto a acoger muchas propuestas musicales de las cuales escucharemos hablar en los próximos años. Esta respuesta nos anima a encarar la edición 2022 con ilusión y nuevos retos.
Propuestas musicales de estilos muy diferentes han podido presentar sus proyectos ante un público agradecido por la vuelta de la música a la calle. El viernes daba el pistoletazo de salida la compañía La Curiosa y Pulmon Beatbox, con dos pases especiales para el público escolar en los escenarios de la Sala Teatro El Centru y el Auditorio Josep Carreras respectivamente, mientras que en el Castillo de Vila-seca, el jazz contemporáneo de Dani López Quartet inauguraba los conciertos dirigidos al sector profesional.
Y así se sucedieron las actuaciones como la de Lucia Fumero, que relucía con su mezcla de música clásica y jazz, la de Carlota Flâneur, encargada de abrir la programación del escenario del Parque de la Formiga o los Porto Bello, que cerraron el primer día de programación artística con una emoción palpable.
El sábado empezaba con la propuesta de la compañía Pels més menuts, un espectáculo dirigido a niños que los adentra en la música clásica y con el espectáculo ofrecido por los Combos del Conservatorio de Vila-seca, que llenaron el Parque de la Formiga con el talento local más joven. Durante el resto del día han desfilado propuestas como la del pop punk de Anabel Lee, los ritmos latinos de Caramelo a Kilo, el viaje por la canción marinera de Les Anxovetes, Maria La Blanco con su propuesta de flamenco y fusión, el soul latin y electrónico de Ariana Abecasis o unos Marcel y Júlia, quizás la propuesta más esperada por el público, que han cerrado el día presentando su nuevo disco.
El domingo, con la recta final de la FiM, han llegado los últimos espectáculos de la mano de la compañía Petit Taller de Cançons y su espectáculo dedicado a la defensa de la naturaleza, el folk de Monkey Jane y las canciones infantiles de Xiula, que han hecho bailar a los niños poniendo punto y final a tres días de descubrimientos musicales.
La FiM Vila-seca también ha contado con una alta participación por parte del sector de profesionales de la industria de la música. Con un total de 370 profesionales acreditados procedentes de Cataluña y el País Valenciano de los cuales más de la mitad se han desplazado en lalocalidad de Vila-seca para participar presencialmente. Las jornadas profesionales han acogido 140 speed meetings, con la participación de 26 programadores y 10 mentorías con 27 artistas. Unas jornadas celebradas en el Castillo de Vila-seca y que han sido recibidas de manera muy especial y necesaria por un sector golpeado por la pandemia, que valora mucho la reactivación de las ferias profesionales.
La FiM Vila-seca, organizada por el Ayuntamiento de Vila-seca con el apoyo de la Diputación de Tarragona y el Departamento de Cultura de la Generalitat, ha sido la primera feria de música profesional que se ha podido celebrar de manera presencial, marcando el inicio de una vuelta a la normalidad de la actividad musical muy esperada y deseada.